Alberto Leiva

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Relatando murales: “Case Maclaim”

Relatando murales: “Case Maclaim”

Relatando murales: Case Maclaim

Relatando murales: “Case Maclaim”

«El fabuloso cuento de ser diferente»

El día parecía uno más, como otro cualquiera, pero no era así. Kofi en su interior ardía por un cambio. Algo que le hiciera sentir que había un buen motivo por el que él no podía caminar, correr y saltar como los demás niños de su clase. Con apenas ocho años ha comprendido que la vida no es fácil, y menos cuando estás en silla de ruedas. Y menos cuando vives en un pequeño pueblo pesquero en Ghana.

Solo pide una señal, algo que le dé un motivo por el que luchar. Solo y sin nadie que le ayude, como siempre. Sus padres trabajan de sol a sol y apenas tienen tiempo para cuidar de él y de sus hermanos. Tienen que pasar la mayor parte del tiempo con sus abuelos, que también están ocupados.

Kofi acude cada tarde a la playa, un paraíso natural en el que casi nunca hay nadie. Allí puede llorar y lamentarse sin que nadie se burle de él y de su situación. Está vez solo necesita un motivo, algo que le haga creer que todo merece la pena. Así se lo hace saber al mar, le grita su deseo, quiere que le dé algo que le haga cambiar el mundo y sobretodo el mundo de los que están como él.

Su corazón se acelera y su tiempo se para cuando del mar aparecen lo que pensaba que eran delfines por sus colas, pero no, son diferentes, tienen rasgos humanos. Sus ojos se abren como platos al descubrir que son sirenas. Una sale del mar de un salto y cuando su cola entra en contacto con el suelo, se convierte en piernas. Al igual que él, no puede caminar pese a tenerlas, camina con sus brazos mientras las arrastra. Se acerca a Kofi y le pone en sus manos temblorosas lo que parece un fruto. Algo desconocido, no lo ha visto jamás. Es una especie de manzana de piel azul, pero no es dura, su textura es como la de las algas.

La sirena le dice que si realmente desea lo que ha pedido, que muerda el fruto. Kofi sin dudarlo lo hace. No tiene miedo a los seres que acaba de conocer, puede sentir bondad en ellos.

Con el primer mordisco nota el cambio. Algo se acelera en su interior, una fuerza que no había sentido jamás. Un impulso interno le hace tirarse al suelo y arrastrarse hasta el mar. Siente como le llama. Al mojarse, sus piernas se convierten en una cola de sirena ágil y fuerte. La felicidad le hace sonreír como nunca lo había hecho. Siente la libertada de nadar rápido, de saltar las olas, para Kofi es el mejor día de su vida.

Sus nuevos amigos le dicen que podrá hacer esto cuando quiera, cuando le apetezca, ahora tiene un don especial. Kofi ve como el sol empieza a marcharse por el horizonte y sabe que tiene que volver a casa. Se despide de sus nuevos amigos y sale del mar. Al tocar la arena su cola de sirena desaparece y sus piernas sin vida vuelven a aparecer. Ya no le importa, ahora se siente un superhéroe y sonríe. Nadie volverá a robarle la sonrisa.

Alberto Leiva (albertelp)

(El mural pertenece al artista Case Maclaim y podéis encontrarlo en la calle Pasaje de la Caja de Ahorros «Zona Puerta del Sol» en Madrid).